Aitor, tú línea del tiempo se parece a la mía, bueno, es que hemos tenido recorridos parecidos por el campo de la tecnología. Me has hecho sonreír al mencionar el sonido aquel por el que se activaba la conexión al internet, me recordó todos esos intentos frustrados (y frustrantes) por lo que no conseguía conectarme justo cuando más lo necesitaba, pero también porque trajo a mí la ilusión que el sonido representaba pues me permitía acercarme a los que estaban lejos. Gracias. ¡Ah! el programa de hoja de cálculo se llamaba Qpro :)
Gracias Karen. A mi también me ha hecho gracia que hicieses alusión al Commodore. Me lo dejó un amigo para un fin de semana y el primer día me quedé hasta las tantas de la madrugada con unos jueguecitos que había en un casset. Todo en blanco y negro y lento, lento, aunque toda una innovación.
Aitor, tú línea del tiempo se parece a la mía, bueno, es que hemos tenido recorridos parecidos por el campo de la tecnología. Me has hecho sonreír al mencionar el sonido aquel por el que se activaba la conexión al internet, me recordó todos esos intentos frustrados (y frustrantes) por lo que no conseguía conectarme justo cuando más lo necesitaba, pero también porque trajo a mí la ilusión que el sonido representaba pues me permitía acercarme a los que estaban lejos. Gracias.
ResponderBorrar¡Ah! el programa de hoja de cálculo se llamaba Qpro :)
Gracias Karen. A mi también me ha hecho gracia que hicieses alusión al Commodore. Me lo dejó un amigo para un fin de semana y el primer día me quedé hasta las tantas de la madrugada con unos jueguecitos que había en un casset. Todo en blanco y negro y lento, lento, aunque toda una innovación.
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